Según un estudio que publica la revista Nutritional Neuroscience, el café descafeinado aumenta la disponibilidad de energía a nivel cerebral, reduciendo el riesgo de sufrir demencia y otras enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
En concreto, en sus experimentos confirmaron que administrando café descafeinado durante 5 meses a roedores, el cerebro era capaz de metabolizar de manera mucho más eficaz la glucosa y de usarla como combustible para las neuronas.
Esto sería especialmente valioso en personas que padecen diabetes tipo 2, ya que ayudaría a prevenir el deterioro cognitivo que suele acompañar a la enfermedad.